junio 14, 2015

Las Niñas Están Mejor Protegidas del Autismo






Se sabe que los niños son más propensos a sufrir trastornos del espectro autista, superando en número de cuatro a uno a las niñas. Sin embargo, aún no ha quedado claro por qué hay un desequilibrio entre los géneros. ¿Es que los hombres son biológicamente más susceptibles a este trastorno? ¿O es que las mujeres están de alguna manera protegidas contra él?

Según un estudio por investigadores de la Universidad de Washington en Seattle, publicado en 2014 en la revista American Journal of Human Genetics, se necesita más mutaciones para desencadenar autismo en las mujeres que en los hombres, lo que puede explicar por qué los hombres tienen cuatro veces más probabilidades de tener autismo.

El estudio encontró que las mujeres con autismo o retraso en el desarrollo tienden a tener mayores alteraciones en sus genomas que los hombres con este trastorno. Las mutaciones hereditarias también tienen más probabilidades de ser transmitidas de madres no afectadas que de los padres.

Los resultados sugieren que las mujeres son más resistentes a las mutaciones que contribuyen al autismo.

Los hallazgos refuerzan los resultados de estudios anteriores, pero no explican qué confiere protección contra el autismo en las mujeres. El hecho de que el autismo sea difícil de diagnosticar en las niñas puede significar que los estudios se ciñen sólo a aquellas niñas que se encuentran muy afectadas y que por lo tanto pueden tener la mayoría de las mutaciones, dato importante a tener en cuenta por los investigadores.

Carga Genética. El estudio se basa en el Simons Simplex Collection (SSC), una base de datos de familias que tienen un niño con autismo, con padres sin autismo y sus hermanos.

En un estudio de 2011, los investigadores encontraron que las niñas con autismo  de la SSC  tienden a tener mayores duplicaciones o mutaciones de las regiones del genoma, llamadas variación en el número de copias (CNV’s – copy number variants), que las que tienen los niños con el trastorno, aunque esta disparidad no alcanzó significación estadística.

Para el nuevo estudio, se catalogaron el número de CNV’s en 109 niñas y 653 niños con autismo de la SSC. Se encontró que las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres para tener variación en el número de copias. Cuanto mayor sea la CNV’s, más probabilidad hay de interrumpir genes importantes.

Cuando los investigadores analizaron sólo las CNV’s que abarcan genes de riesgo para los trastornos del desarrollo neurológico, encontraron que las mujeres con autismo son tres veces más propensas que los hombres con este trastorno para llevar CNV’s que comprenden estos genes.

Las mujeres con autismo también tienen ligeramente más mutaciones raras que cambian de un solo nucleótido de ADN que los hombres.

Los investigadores observaron un efecto similar pero más pequeño de CNVs en un grupo mayor de 9.206 varones y 6.379 mujeres en lo referido a las pruebas genéticas: el 75 por ciento de este grupo resultó tener retraso en el desarrollo, discapacidad intelectual o autismo.

Las mujeres de este grupo son 1,28 veces más propensas que los hombres a llevar grandes variaciones en el número de copias que incluyen factores de riesgo para estos trastornos.

Muchas mutaciones ligadas al autismo surgen espontáneamente y alrededor del 80 por ciento de ellas provienen del padre.

Las mujeres son mucho más propensas que los hombres a transmitir las mutaciones hereditarias que confieren riesgo de autismo.

De los 27 grandes CNV’s los investigadores identificaron que en el grupo de SSC, el 70 por ciento, o 19, fueron heredados de la madre. Las madres habían transmitido de manera similar alrededor del 57 por ciento de los 3.561 CNV’s detectados en el grupo de desarrollo neurológico.

Sin embargo, no está claro si este sesgo de género es el resultado de la genética o refleja diferencias en el diagnóstico o la forma en que las mujeres manifiestan los síntomas del trastorno. Las niñas con autismo tienden a compensar activamente sus síntomas de manera que los niños no hacen, lo que puede explicar la discrepancia.

El estudio tampoco aborda por qué las mujeres con autismo transmiten más mutaciones, o la forma en que están protegidas contra el autismo.

La explicación más obvia para el sesgo de género del autismo es debida a que los hombres sólo tienen un cromosoma X, siendo hipersensibles a las mutaciones en este cromosoma. De acuerdo con esta teoría, varios genes ligados al autismo se encontrarían en el cromosoma X. Sin embargo, la mayoría de las mutaciones que muestran un sesgo de género en el nuevo estudio no se encuentran en el cromosoma X, lo que sugiere que otros factores deben estar involucrados.

Ya en un estudio precedente, realizado por científicos de la Universidad de Harvard y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences en 2013, muestra que un efecto protector en el sexo femenino podría ayudar a explicar uno de los misterios mayores del autismo, que es la prevalencia que hay entre los varones de tener 5 veces más probabilidades que las mujeres a desarrollar el trastorno del desarrollo cerebral.

En este estudio los investigadores buscaban averiguar cómo les iba a las niñas que nacían en familias que parecían tener un riesgo genético alto de síntomas de autismo, los autores del estudio observaron a mas de 3,800 pares de gemelos no idénticos en Gran Bretaña y a mas de 6,000 pares de gemelos no idénticos de Suecia. Intentaron averiguar como un riesgo familiar de síntomas de autismo (no del autismo diagnosticado en sí) afectaba a los gemelos.

Los investigadores utilizaron dos grandes bases de datos de miles de gemelos fraternos. Estos incluían información sobre cualquier comportamiento autista, incluyendo problemas con la interacción social, la comunicación y comportamientos repetitivos. Dado que los hermanos comparten similares factores de riesgo genéticos y exposición ambiental, el estudio de los rasgos autistas de niños dentro de una familia fue una forma de tratar de aislar el papel que el género puede desempeñar en el trastorno.

Encontraron evidencia de que para que una niña desarrolle autismo, se necesita un mayor riesgo familiar, es decir necesita una mayor carga genética, donde las niñas parecen ser mas resistentes contra la amenaza de los síntomas de autismo que los varones.

Si el sexo tiene un efecto protector, las niñas serían más propensas a tener un hermano con rasgos autistas que los varones del mismo grupo. Esto se debe a que las niñas necesitarían más factores de riesgo familiares para superar el efecto protector, y esos mismos factores de riesgo también se pueden encontrar en sus hermanos.


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