julio 02, 2015

Importancia del Déficit de Hierro en Niños y Adolescentes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad



Los niños con TDAH presentan déficit de hierro cerebral

El TDAH es un trastorno común en los niños y adolescentes que puede continuar en la edad adulta, cuyos síntomas incluyen hiperactividad y dificultad para mantener la concentración, prestar atención y controlar la conducta, y que, según estima la Asociación Americana de Psiquiatría, afecta a entre el 3 y el 7 por ciento de los niños en edad escolar.

El hierro es un metal esencial que interviene en numerosos procesos biológicos, incluidos los procesos cerebrales. El déficit de hierro es muy frecuente en todo el mundo y puede provocar trastornos cerebrales estructurales y funcionales que incluyen la afectación del metabolismo de la dopamina y de la mielinización, entre otros.

En los últimos años, varios estudios demuestran que existe una relación hierro-dopamina-TDAH, proporcionando evidencias cada vez más consistentes que relacionan el TDAH con el metabolismo del hierro.


Una nueva técnica revela bajo nivel de hierro cerebral en pacientes con TDAH

En la Reunión Anual de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA) en Chicago en diciembre 2013, se presentó un estudio que encontraba mediante una técnica especial de Resonancia Magnética (RM) denominada correlación del campo magnético (MFC)menores niveles de hierro en los niños con TDAH sin tratamiento previo.

Los medicamentos psicoestimulantes están entre los fármacos de uso común para reducir los síntomas del TDAH y controlan los niveles de dopamina, neurotransmisor asociado con la adicción.

Los resultados mostraron que de los 12 pacientes con TDAH que nunca habían estado en tratamiento farmacológico tenían MFC significativamente menores que los niveles de los 10 pacientes con TDAH que habían estado en tratamiento con medicación psicoestimulante o del otro grupo de 27 niños y adolescentes que no presentaban este trastorno (el llamado grupo de control).

La resonancia magnética proporciona una forma no invasiva de medir los niveles de hierro en el cerebro. Por el contrario los niveles de hierro en suero o medidos mediante otra técnica de RM llamada tasas de relajación eran similares en los 3 grupos estudiados.

Los niveles bajos de hierro analizados mediante el MFC se normalizaron en el grupo de pacientes con TDAH no medicados al añadir medicación estimulante. El hierro es necesario para procesar la dopamina.

La capacidad del MFC para obtener imágenes que detecten de forma no invasiva los niveles bajos de hierro puede ayudar a mejorar el diagnóstico de TDAH, ya que los métodos no invasivos son particularmente importantes en la población pediátrica. Este método permite explotar biomarcadores inherentes en el cuerpo e, indirectamente medir los niveles de dopamina y sin necesidad de ningún agente de contraste.

Si estos hallazgos se confirman en estudios más amplios, la técnica ayudaría a mejorar el diagnóstico y el tratamiento del TDAH. Permitiría a los investigadores medir los niveles de dopamina sin inyectar a los pacientes una sustancia que haga resaltar las imágenes.

Si se pueden replicar los resultados en estudios más amplios, MFC podría tener un papel en la determinación de qué pacientes se beneficiarían de los fármacos psicoestimulantes. Los investigadores explican que sería beneficioso, cuando el psiquiatra no está muy seguro del diagnóstico, si se puede poner a un paciente en un escáner durante 15 minutos y confirmar que el hierro cerebral es bajo.


El hierro es eficaz en el tratamiento del TDAH

Investigación del Servicio de Neurología Infantil del Hospital Niño Jesús de Madrid

En el estudio, publicado en Anales de Pediatria en agosto 2013, se encontró una posible relación entre ferropenia (deficiencia de hierro)  y síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad presentes en niños diagnosticados con TDAH, así como el posible beneficio del tratamiento con hierro. La ferropenia es frecuente en niños con TDAH.

Los investigadores analizaron el impacto de la ferropenia en los síntomas de pacientes con TDAH y el posible beneficio de la corrección mediante suplementos férricos de los depósitos de hierro en el control de la sintomatología de este trastorno.

El estudio fue prospectivo e incluyó a todos los pacientes de 6-17 años de edad diagnosticados de TDAH. El número de pacientes incluidos en el estudio fue 60: 12 niñas y 48 niños.

La ferropenia se determinó mediante la cuantificación de ferritina sérica, que es un compuesto que se relaciona con las reservas totales de hierro del organismo, siendo el marcador más precoz de ferropenia. El 63,3% de los pacientes con TDAH presentaron niveles de ferritina sérica inferiores a 30ng/m.

Lo que determina la necesidad de un tratamiento con suplementos férricos es la cantidad de hierro en el líquido cefalorraquídeo, que se encuentra en forma de ferritina.

La ferropenia altera el funcionamiento del sistema dopaminérgico en el sistema nervioso central y contribuye en la aparición de síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad característicos de los pacientes con TDAH.

Este es el primer estudio publicado en el que se estudia la relación de la ferropenia en función de los distintos subtipos de TDAH. Se encontró una clara relación entre niveles bajos de ferritina y el subtipo inatento, de modo que los TDAH inatentos fueron los que más frecuentemente presentaron ferropenia y los que mejor respondieron al tratamiento con suplementos férricos.

La ferritina es una proteína intracelular especialmente abundante en el tejido hepático, que tiene como misión la de "almacenar" el hierro que se acumula en las células.


Proyecto Brain Iron in ADHD


El objetivo del proyecto (2010-2013) financiado con fondos europeos, consistió en determinar si la ferropenia encefálica desempeña algún papel en el TDAH.

Los científicos midieron la concentración de hierro en el encéfalo, prestando atención al nivel sérico de ferritina para mayor precisión, dado que los valores de la ferritina (una medida de la cantidad de hierro en la sangre) no reflejan de forma fidedigna la concentración de hierro en el encéfalo, un parámetro que se cree que está implicado en la incidencia del TDAH.

Para medir la concentración de hierro en el encéfalo se empleó una técnica novedosa de imagen neurológica  «multiple field correlation», o correlación de múltiples campos.

Se realizaron estudios con niños en dos centros, situados en Estados Unidos e Italia. Se midieron los niveles de hierro en el encéfalo y de ferritina sérica en niños con y sin TDAH.

En el estudio realizado en Estados Unidos, se observó que los niños con TDAH presentaban una concentración de hierro encefálico notablemente inferior a la de los niños sanos.

En el estudio italiano se examinaron las posibles consecuencias de la deficiencia férrica encefálica. Más concretamente, se centró en la asociación del nivel férrico encefálico con el funcionamiento del encéfalo y la cantidad y calidad de sueño, para lo cual se hizo uso de imagen por resonancia magnética, electroencefalograma, potenciales evocados somatosensoriales y polisomnografía. Se identificó una correlación significativa entre las concentraciones de hierro encefálico y el número de movimientos periódicos durante el sueño, de lo que se desprende que un nivel férrico encefálico bajo puede alterar el sueño, lo que, a su vez, contribuye a provocar déficits cognitivos y agravar los síntomas del TDAH.

Cabe destacar que, en ambos estudios, se observaron concentraciones de ferritina sérica similares entre niños con y sin TDAH.


El TDAH afecta aproximadamente al 5% de niños de todo el mundo y los resultados del estudio sugieren que alrededor del 15% presentan déficit de hierro cerebral. La administración temprana de hierro podría beneficiar a este subgrupo de niños y mejorar notablemente su calidad de vida al mitigar los síntomas del TDAH. Es necesario continuar la investigación para determinar los efectos de administrar un complemento de hierro durante el embarazo o la infancia a fin de prevenir el TDAH.

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