diciembre 29, 2018

Neuronas Espejo




Las neuronas espejo están relacionadas con los comportamientos empáticos, 
sociales e imitativos y constituyen una herramienta fundamental para el aprendizaje


Definición

Éstas son unas células cerebrales que cumplen la misión de reflejar en nuestro cerebro aquello que estamos observando. Las neuronas espejo pueden definirse como un un grupo de neuronas, que tenemos los primates, que se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando vemos a otro realizarla. Las neuronas espejo nos permiten “reproducir” no sólo las acciones de otras personas, sino las intenciones y las emociones que hay detrás de esas acciones.

Origen del descubrimiento de las neuronas espejo

En los años 90 un grupo de neurocientíficos, dirigido por Giacomo Rizzolatti de la Universidad de Parma (Italia), descubrió ciertos grupos de neuronas en el cerebro que parecen estar relacionadas con los comportamientos empáticos, sociales e imitativos.


Se descubrieron mientras pretendían estudiar las neuronas encargadas de los movimientos de las manos en los monos. Para sorpresa de los investigadores, estas neuronas no sólo mostraban actividad cuando el simio realizaba algún movimiento concreto con sus manos, también se activaban cuando el mono en cuestión veía a otro miembro de su especie realizar ese mismo gesto  como si él mismo estuviese llevándolo a cabo . Luego se descubrieron en humanos y algunas aves. En el ser humano se las encuentra en el área de Broca y en la corteza parietal.

Cuando estas neuronas especializadas se activan otras zonas del cerebro también lo hacen, como el sistema límbico. De esta manera, nos permiten ser capaces de reconocer gestos faciales, acceder a nuestros recuerdos y aprendizajes previos y unir toda esta información para interpretar la situación y darle un significado.

El sistema límbico es la base de nuestro cerebro emocional. Esta zona cerebral es funcional desde que nacemos e incluso desde el vientre materno. Engloba el lóbulo temporal, la amígdala, el hipocampo y la zona órbito-frontal. Esta última funciona como estación de repetición, pues percibe y transmite información al resto del cuerpo sobre el estado anímico propio y ajeno.


El lóbulo frontal es nuestro cerebro ejecutivo. Se encarga de modular y de gestionar las emociones del sistema límbico para que podamos encajarlas en el ambiente que nos rodea. Es decir, permite que seamos seres funcionales en la sociedad y nos capacita para actuar correctamente de acuerdo a las normas sociales, así como para ser reflexivos con nuestros sentimientos y acciones.

Comprender las sensaciones y las emociones

Con este mecanismo no sólo somos capaces de observar una acción, una emoción o una sensación, sino que somos capaces de hacer representaciones internas de los estados corporales asociados a estas acciones, emociones y sensaciones, pudiendo evocar una acción similar o experimentar una emoción o sensación similar.

La peculiaridad de estas células es que no solo permiten reflejar aquello que vemos fuera en nuestro interior a nivel motor, sino también a nivel emocional. Estas neuronas están conectadas al sistema límbico  relacionado con la regulación de las emociones, la memoria y la atención . Hay estudios que demuestran que los niños que imitan y observan las expresiones faciales presentan una mayor activación de estas neuronas, y a mayor activación de éstas, mayor empatía muestran. Esto ocurre porque si el niño ve a alguien sonreír, sus neuronas espejo crean una simulación interna de esa sonrisa en su cerebro, envían estas señales al sistema límbico y acaban por sentir lo mismo que la persona que sonríe.

Por eso, en el periodo de aprendizaje de las conductas y las respuestas emocionales, se requiere de la observación y la imitación de las reacciones de quienes nos rodean, las cuales acaban configurando nuestra propia experiencia.

Las neuronas espejo también reflejan las emociones de los demás en nuestro cerebro, no solo sus acciones. Esto es de vital importancia para comprender por qué nos emocionamos ante una representación teatral, una película o durante la lectura de una novela, o un cuento en el caso de los niños. Y lo mismo ocurre en el momento del aprendizaje.

Las neuronas espejo en el aprendizaje

Los expertos en neurociencias suponen que estas neuronas desempeñan una función importante dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social, tales como la empatía  capacidad de ponerse en el lugar de otro  y la imitación   fundamental en los procesos de aprendizaje . De aquí que algunos científicos consideran que la neurona espejo es uno de los descubrimientos más importantes de las neurociencias en la última década.

Las neuronas espejo son esenciales para que podamos imitar a los demás, algo clave en el aprendizaje. En diferentes disciplinas como los deportes o el aprendizaje del lenguaje resulta imprescindible la imitación.

Ya desde el nacimiento este grupo de neuronas se encuentra activo y es lo que nos permite aprender a comer, vestirnos, hablar… Las neuronas espejo también son muy importantes a la hora de planificar nuestras acciones, y a la hora de entender las intenciones que existen tras los actos de los demás. Los seres humanos nacemos dotados de mecanismos que nos permiten imitar las acciones que percibimos. Desde muy pequeños, con tan solo unos días de vida, somos capaces de representar expresiones faciales que facilitan nuestra socialización; y a las pocas semanas ya podemos manifestar emociones básicas como alegría o enfado.

La misión de estas células es reflejar la actividad que estamos observando. Se activan cuando ejecutamos una acción determinada, y también cuando observamos a otro individuo realizando esa misma acción. Permiten “reflejar” la acción de otro en nuestro propio cerebro, de ahí su nombre.

El nombre que le pusieron a este tipo de neuronas dice bastante de lo que son. Se activan, por ejemplo, cuando vemos a alguien haciendo algo. Cuando lo hacen, permiten que nuestro cerebro refleje el mismo patrón de activación que el de la persona que realiza la acción. Es decir, para nuestro cerebro es como si estuviéramos haciendo lo que el otro hace, de manera que funcionan como un espejo.

Cuando escuchamos hablar a alguien y le vemos gesticular, se activan nuestras neuronas espejo encargadas del control de la lengua y los labios durante el habla. Las regiones cerebrales que controlan los músculos fonadores (en la laringe) están tan activas como si estuviésemos hablando nosotros mismos. Incluso antes de la adquisición del lenguaje, los seres humanos ya hacían uso de estas células especializadas para comunicar e interpretar la gesticulación que configuraba un medio rudimentario de comunicación.

Las neuronas espejo y nuestra interacción social

Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, estas células hacen posible que “empaticemos” con los contenidos, habilidades o destrezas que vamos asimilando. La existencia de estas neuronas nos convierte en seres sociales, y así como una sociedad se configura debido a unas acciones cooperativas, durante el aprendizaje también debemos propiciar situaciones que favorezcan la cooperación. Una educación excesivamente individualista y competitiva entre los alumnos, no es un reflejo de lo que posteriormente debería ser una vida adulta en sociedad.

El sistema de neuronas espejo nos permite descodificar (recibir e interpretar) las expresiones faciales. Si estamos observando una expresión específica o haciéndola nosotros mismos, se activan las mismas regiones de nuestro cerebro. Y cuanto mejor interpretamos las expresiones faciales, más activo es nuestro sistema de neuronas espejo.

Los humanos somos seres sociales, estamos programados para aprender de los demás. Todos nosotros llegamos más lejos y más rápido trabajando de forma cooperativa. Ver a los padres, al profesor, u otro estudiante mostrar una habilidad, nos aporta una experiencia de aprendizaje mucho más completa que si únicamente escuchásemos una explicación. Por eso debemos educar con el ejemplo.

Estos hallazgos sugieren que el sistema de neuronas espejo desempeña un papel clave en nuestra capacidad de empatizar y socializar con los demás, porque comunicamos nuestras emociones principalmente a través de expresiones faciales. Y, de hecho, los estudios han encontrado que las personas con autismo, parecen tener un sistema neuronal espejo disfuncional.

Neuronas espejo y empatía

La empatía es la habilidad de nuestro cerebro emocional para leer o percibir los pensamientos y sentimientos de los demás. Desarrollarla nos permite experimentar las emociones de los demás como si fueran propias, comprender su psiquismo y garantizar el apoyo o la actuación que una persona necesita.

La empatía es una de las cualidades básicas de nuestra condición humana y es fundamental en el hecho de que seamos en esencia seres sociales.

Es importante diferenciar entre la empatía y la simpatía, pues aunque a través de la simpatía logramos percibir los sentimientos ajenos, ésta no nos permite comprenderlos.

La empatía supone comprender y experimentar los estados emocionales de los demás como si fuesen los nuestros. La sensibilidad para captar los mensajes no verbales es algo que hay que practicar de la misma forma que practicamos ecuaciones matemáticas o análisis sintácticos.

La empatía también tiene uno de sus pilares en el sistema de neuronas espejo. Ellas no solo ayudan a reflejar las acciones observadas, sino que le otorgan significado y participan de una interpretación de cada suceso, haciéndonos construir teorías, más o menos fiables, en dependencia de cuan rica sea nuestra experiencia, acerca de las intenciones y el mundo interior del resto de las personas.

Sin empatía no solo no podríamos entender qué quiere decir nuestro hijo cuando nos dice que tiene hambre o miedo a la oscuridad, sino que tampoco podríamos emocionarnos viendo una película o siquiera llegar a sentir algo de interés por la persona más cercana que tengamos.

Las neuronas espejo, nos permiten, literalmente sentir lo que otras personas sienten, “vivir” sus emociones. Las neuronas espejo son la base de la empatía.

Las emociones son contagiosas

Somos muy influenciables. Tanto que el estado de ánimo de los demás nos puede afectar, haciendo que nuestro humor cambie. Cuando alguien con quien trabajamos está triste y su rostro nos transmite esa tristeza, no solo somos capaces de saber que algo le pasa, sino que además nuestro ánimo puede verse afectado; y es que la empatía no solo nos permite conocer lo que el otro piensa, también nos permite ponernos en su lugar, con sus circunstancias.

Se ha comprobado que forzar la risa puede hacer que uno se sienta mejor. El simple hecho de fingir la emoción de la alegría hará sentirse mejor. También lo hará el estar con un grupo de amigos que no para de bromear, seguramente las risas de los demás contagian.

Teniendo en cuenta que las emociones de los demás pueden ser muy contagiosas y afectarnos, el exponernos a acciones que realizan los demás también puede serlo, sobre todo a una edad temprana. Así, la exposición a la violencia en los niños por medio de la televisión puede aumentar el grado de violencia en su conducta, ya que tendemos a imitar lo que vemos, teniendo en cuenta que no somos robots y podemos elegir nuestros actos.

Neuronas espejo y autismo

Las personas con trastorno autista sufren, entre otros síntomas, retrasos en la adquisición del lenguaje y tienen muy afectado el sistema de reconocimiento emocional. No son capaces de percibir las emociones, tanto propias como las de los demás.

Por ello, los científicos pensaron que, en las personas con autismo, este sistema de neuronas espejo estaba “roto”. Más recientemente se ha visto que esto no es así. El sistema no está roto, sino que sufre retrasos en el desarrollo. Mientras la mayoría de nosotros tiene en la infancia una actividad de las neuronas espejo muy grande, la actividad de las neuronas de los niños con autismo es más débil. Sin embargo, ésta va aumentando con la edad, es normal a los 30 años e inusualmente elevada posteriormente.

Otros estudios también muestran que no siempre este grupo de neuronas está hipoactivado en niños con autismo. De hecho, se activa de forma normal ante la presencia de personas que les son familiares.

Al parecer, cuanto más severos sean los síntomas del autismo, menos activo será el sistema de neuronas espejo. Los estudios han demostrado que los niños con autismo tienen dificultades para entender la intención de los demás sobre la base de la acción que observan. Para discernir lo que hacen los demás, dependen del significado del objeto o del contexto en el que se realiza la acción.

Actualmente se están haciendo pruebas de usar el comportamiento imitativo para tratar de contrarrestar este déficit. Técnicas parecidas de entrenamiento imitativo también se están explorando para rehabilitar a personas cuyas habilidades motoras han sido dañadas por un accidente cerebrovascular u otra lesión cerebral.


La investigación de neuronas espejo

Está ayudando a los científicos a reinterpretar las bases neurológicas de las interacciones sociales. Estos estudios están mejorando nuestra comprensión sobre:

* La visión de cómo y por qué desarrollamos empatía hacia los demás.

* El autismo, la esquizofrenia y otros trastornos caracterizados por la dificultad en las interacciones sociales.

* La evolución del lenguaje.

* Nuevas terapias para ayudar a los enfermos de accidente cerebrovascular a recuperar el movimiento perdido.


Identifican neuronas espejo en humanos

Investigadores de UCLA en un estudio, publicado en la revista Cell de abril 2010, comunican haber conseguido registrar por primera vez la actividad de neuronas espejo en el cerebro humano.

Los investigadores registraron la actividad individual y múltiple de las células nerviosas tanto de las regiones motoras del cerebro como de otras regiones relacionadas con la visión y la memoria. Comprobaron que la mayoría de las neuronas respondía solamente a la observación o ejecución de una acción, pero un 8% de ellas respondían a ambas, células que serían precisamente neuronas espejo.

Además, mostraron que un subconjunto específico de estas neuronas espejo aumentaban su actividad durante la ejecución de un acto, pero su actividad decrecía cuando la acción era sólo observada.

Proponen la hipótesis de que la disminución de actividad de estas células durante la observación puede inhibir que el observador realice el mismo acto. Puede que este subconjunto de neuronas espejo nos ayude a distinguir entre las acciones de los demás y las nuestras.

Los investigadores tomaron sus datos directamente de la actividad cerebral de 21 pacientes que eran tratados en el Ronald Reagan UCLA Medical Center para mitigar su epilepsia. Hubo que implantarles electrodos en el cerebro para identificar el foco de sus ataques de epilepsia para así diseñar un tratamiento. Aprovechando la oportunidad estudiaron las neuronas espejo con el consentimiento de los pacientes.

El experimento incluía tres partes: la expresión facial, coger algo y un experimento de control. Se grabó la actividad de 1.177 neuronas en los 21 pacientes mientras que éstos observaban o realizaban las mismas acciones.

En la parte de observación los voluntarios observaron varias acciones representadas en la pantalla de un ordenador portátil. En la fase de actividad se pidió a los sujetos que realizaran una acción basada en la representación visual de una palabra. En la tarea de control se presentaban las palabras de la misma manera, pero se les pedía no ejecutar la acción.

Los investigadores encontraron que las neuronas se activaban tanto cuando el individuo realizaba la tarea como cuando la observaba. Las neuronas espejo que efectuaban las respuestas estaban localizadas en el córtex frontal medio y en el córtex temporal. Es la primera vez que se ve a dos sistemas neuronales reflejando respuestas a nivel celular, tanto en monos como en humanos.

El nuevo hallazgo demuestra que las neuronas espejo están localizadas en más áreas del cerebro humano de lo que previamente se creía. Dado que diferentes áreas del cerebro están especializadas en diferentes funciones  en este caso el córtex frontal medio está especializado en la selección de movimientos y el temporal en la memoria , el hallazgo sugiere que las neuronas espejo proporcionan una respuesta rica y compleja al reflejar las acciones de los demás.

Debido a que las neuronas espejo se activan tanto al efectuarse la acción como al ver ésta realizada por los demás, se cree que este reflejo es el mecanismo neuronal mediante el cual las acciones, intenciones y emociones de las personas pueden ser automáticamente entendidas.

Este estudio sugiriere que la distribución de estas células, que vinculan la actividad de uno mismo con las de los demás, es más amplia de lo que previamente se creía. En el autismo puede estar implicada una disfunción en este tipo de neuronas, pues en este caso los síntomas clínicos incluyen dificultades con la comunicación verbal y no verbal, con la imitación de los otros y problemas de tener empatía hacia los demás. Por tanto, tener un mejor conocimiento del sistema de neuronas espejos podría ayudar a diseñar estrategias de tratamiento para este desorden.

Fenómeno neurológico llamado sinestesia “tacto-espejo”

De acuerdo con una investigación del Departamento de Psicología de la University College of London, publicada en la revista científica Nature Neuroscience en junio 2007, la sinestesia “tacto-espejo”  permite a ciertas personas experimentar sensaciones táctiles cuando observan que otra persona está siendo tocada  suele ser más empática.

Los investigadores señalan que cuando uno observa que alguien está siendo tocado, se activan en el cerebro la corteza somato-sensorial primaria y secundaria, junto con regiones temporales superiores, entre otras zonas que están relacionadas con el tacto. Al activarse esas células nerviosas, llamadas neuronas espejo, logramos imaginar, no sólo a nivel mental sino también sensorial, lo que los otros están sintiendo.

Pero las personas que experimentan sinestesia “tacto-espejo” van más lejos: no imaginan lo que el otro siente, sino que literalmente lo sienten en su propio cuerpo. Según los investigadores, esa facultad es producto de una hiperactividad de las neuronas espejo que las lleva a experimentar sensaciones táctiles, por ejemplo, en la cara o en la cabeza cuando miran a otras personas cuyas caras o cabezas son tocadas por algún otro.

Los investigadores realizaron un estudio en el que participaron 30 personas, 10 de las cuales padecían ese tipo de sinestesia. Los participantes debían informar cuando alguien los tocaba dónde sentían el contacto, mientras observaban a otra persona que también era tocada.

El experimento demostró que las personas con sinestesia tacto-espejo confundían el contacto sobre su propio cuerpo con el contacto que experimentaba otra persona a la que estaban mirando. Esto ocurría porque asumían como propias las sensaciones del otro. Por el contrario, los voluntarios que no tenían sinestesia tacto-espejo no se confundían.

Posteriormente, los 30 participantes debieron responder un cuestionario cuyos resultados revelaron que los sinestésicos tacto-espejo tenían una mayor empatía emocional.

Este estudio sugiere que las neuronas espejo involucradas en la sensación táctil modulan de cierta forma la capacidad empática de las personas.

¿ Existe relación entre las neuronas espejo y los dilemas morales ?

En una investigación realizada por científicos de la UCLA, publicada en Frontiers in Integrative Neuroscience de diciembre 2017, explican los resultados de un estudio en torno al modo en que las neuronas espejo responden al dolor de otras personas, un fenómeno llamado “resonancia neuronal”.

Para la realización del experimento, los investigadores mostraron dos videos a un grupo de 19 personas, uno de ellos mostraba una aguja hipodérmica perforando una mano, y el otro mostraba una mano siendo acariciada suavemente con un trozo de algodón.

Durante la exposición a ambos videos, los científicos utilizaron resonancia magnética para medir la actividad cerebral de los voluntarios y luego preguntaron a los participantes cómo se habrían comportado en una variedad de dilemas morales, entre ellos: un bebé llorando en un escenario de guerra donde el ruido pone en peligro a otras personas.

La teoría de los científicos es que las personas con una resonancia neuronal mayor que el resto de participantes son más propensas a elegir opciones como callar al bebé, mientras que personas con una actividad intensa en el córtex frontal inferior  región del cerebro esencial para la empatía y la imitación  serían menos propensas a causar dolor de forma directa, como hacer algo para callar al bebé.

Los investigadores no encontraron ninguna correlación entre la actividad cerebral de las personas y su disposición a dañar hipotéticamente a alguien en interés de un bien mayor, como silenciar al bebé para salvar más vidas.

Para los investigadores, este estudio confirma que la preocupación genuina por el dolor de los demás desempeña un papel causal en los juicios sobre el dilema moral. Ahora, lo que se explorará es si la toma de decisiones de una persona en dilemas morales puede verse influenciada por la disminución o la mejora de la actividad en las áreas del cerebro que fueron examinadas en este estudio.

Neuronas espejo trasmiten al espectador experiencias grabadas con cámaras subjetivas

Investigadores de la Universidad de Alicante han descubierto que las neuronas espejo son las responsables de que los espectadores sientan las mismas sensaciones que los protagonistas de los videos grabados con cámaras de acción, tipo GoPro. Los resultados del estudio, en el que se analiza una horquilla de diez años, se publicaron en la revista Communication and Society en setiembre 2015, con el artículo “The action cam phenomenon: a new trend in audiovisual production”.

Se trata de los videos grabados con cámaras de acción por los propios protagonistas y que luego se cuelgan en redes sociales.

Han definido el nuevo tipo de imagen en narrativa audiovisual como Out-Embodied-Shot (OBS por sus siglas en inglés). Se trata de un plano subjetivo que genera una gran identificación con el espectador gracias a la proyección interior que producen las neuronas espejo. Este nuevo plano subjetivo surge a partir de la "feliz coincidencia" que dicen los investigadores supuso la invención de la red social de videos en Youtube y el desarrollo de las cámaras de acción como la GoPro, entre 2004 y 2005.

Han explicado de forma científica el fenómeno empresarial y comercial que ha supuesto el éxito de las llamadas cámaras de acción y los millones de videos compartidos en Youtube en los últimos tiempos. Out-embodied shots son todos aquellos planos donde se muestra el cuerpo del que realiza la acción con una cámara vinculada, de alguna forma al cuerpo.

Durante la década 2004-2014 las cifras de generación de videos realizados con cámaras de acción, subidos a Youtube, y visionados, escapan a cualquier previsión. Estas tecnologías han permitido que las personan cuenten en primera persona lo que hacen, sobre todo aquello que implica movimiento o acción, y en esta narración audiovisual el sujeto que graba la acción también aparece en el encuadre, siendo un plano subjetivo con presencia del autor y al que han llamado OBS, ya que se vincula directamente con las teorías que explican el fenómeno de la corporeización del pensamiento o embodied mind.

Los planos OBS tienen un elevado atractivo para las personas que los visionan. Según los autores, las neuronas espejo funcionan replicando la acción que se observa, de forma que el observador llega a "sentir" las mismas emociones que quien grabó las imágenes. La aparición en el video de la imagen del propio narrador que ejecuta la acción refuerza el sentimiento de identificación del observador que, por unos minutos, puede vivir sensaciones similares. Estos videos presentan un nuevo estilo realista basado en una imagen perfectamente nítida con gran ángulo de visión por el angular que suelen incorporar este tipo de cámaras. El invento de las action cam ha provocado una inflexión en el panorama audiovisual porque ha abierto una serie de posibilidades creativas y narrativas antes inexistentes. En el análisis realizado, los expertos en Comunicación han observado tres tipos distintos de planos subjetivos.

El uso del término embodiment responde a la concepción actual que hacen las Ciencias Cognitivas al entender que el cerebro no es independiente del cuerpo, por lo que la cognición se encuentra determinada por una organización biológica integral donde confluyen lo anatómico, lo bioquímico y lo neuro-fisiólógico del ser humano.

Las neuronas espejo serían las respuestas a nuestra respuesta emocional cuando vemos una película, ya que las acciones de otros "resuenan" en nuestras neuronas. La embodied simulation theory explica la fascinación que generan estos videos, sobre todo los de acciones intensas como los saltos en paracaídas o el surf sobre grandes olas.