julio 28, 2016

Fosfuro de Aluminio – Insecticida Mortal





Un insecticida es un producto que, bajo ciertas circunstancias y concentraciones, es tóxico y mortal para los organismos considerados plagas de los granos almacenados. Los insecticidas pueden ser productos naturales, como el piretro (de origen vegetal) y las tierras diatomáceas (de origen mineral), o productos químicos desarrollados por laboratorios especializados, cuyo objetivo principal es el control de las plagas con el menor daño posible para las personas, los animales domésticos y el ambiente.

Todos los insecticidas sintéticos son tóxicos para los seres humanos, en mayor o menor grado. Por lo tanto, es importante seleccionar convenientemente el producto, con el fin de evitar graves accidentes y contaminaciones. La FAO y la Organización Mundial de la Salud han establecido normas para el uso y aplicación de insecticidas aprobados.

Un insecticida es un producto sólido, líquido o gaseoso que sirve para controlar el desarrollo de los insectos. En cambio, un fumigante es un gas, cuyas moléculas se difunden en el aire y llegan más fácilmente al centro de la masa del grano infestado.

La fosfina o fosfuro de aluminio  fosfatina , es un insecticida fumigante agrícola compuesto por Fosfuro de Aluminio, Carbamato de Amonio y parafina, calificado como altamente tóxico, producto de aspecto sólido (tabletas planas y redondas de color verde grisáceo), calificado como un potente veneno respiratorio.

El fosfano es un gas incoloro e inflamable, con poca solubilidad en agua y de olor desagradable  similar al de algunos compuestos de azufre, como el olor de los huevos podridos o el ajo , aunque el fosfano puro es inodoro, es la presencia de fosfinas sustituidas lo que hace que huela. Se trata de un compuesto con un poder reductor muy considerable, que reacciona con el oxígeno para producir ácido fosfórico; es de esta reactividad como reductor de donde procede su potencial letal para el organismo.

Se aplica en productos a granel, productos empacados, (silos, bolsones, buques, etc.). Las tabletas se emplean tal y cual vienen preparadas introduciéndolas lo más uniformemente posible, de acuerdo a la dosificación establecida. La aplicación puede hacerse manualmente, usando guantes o mediante equipos especiales como sondas portátiles que permiten la aplicación en mercaderías a granel, a diferentes niveles de profundidad.

El agrotóxico más utilizado es la fosfina comúnmente conocida con el nombre comercial PHOTOSXIN. Es un producto con muy buena efectividad y de rápida volatilización y prácticamente no deja contaminación. Este producto es muy efectivo si se lo utiliza de la forma correcta tal como lo indica la Cartilla de Seguridad Internacional del producto, en silos herméticamente cerrados.

Si se utiliza en un espacio abierto, durante la evolución del producto  ya que su formato es una pastilla  al tomar contacto con la humedad desprende un gas que es el que procede a eliminar los contaminantes, que resulta altamente tóxico y puede dañar severamente la salud de cualquier persona que esté cerca y hasta puede provocarle la muerte.

Síntomas

Inhalación. Puede causar dolor de garganta, tos, sensación de quemazón, vértigo, embotamiento, dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vómitos y náuseas.

Ingestión. Puede producir dolor abdominal, diarrea, convulsiones, náuseas, vómitos, shok o colapso y pérdida del conocimiento.

Los primeros síntomas de exposición aguda a la fosfina incluyen dolor abdominal, náuseas y vómitos, síntomas todos ellos tan habituales que hacen difícil  si no imposible, ya que se metaboliza rápidamente y no es detectable  diagnosticar una intoxicación con esta sustancia que actúa a semejante velocidad, en cuestión de horas. La exposición a niveles más altos puede producir debilidad, bronquitis y edema pulmonar hasta que finalmente lleva al fallecimiento del paciente.

Los síntomas pueden aparecer desde los primeros minutos hasta 24 horas después de la ingestión o inhalación. Por contacto con el aire o humedad y en casos de ingestión, por contacto con el ácido clorhídrico del estómago se puede producir fosfina. El fosfuro de aluminio, puede liberar gas fosfina en el estómago y en caso de vómitos espontáneos el gas liberado del estómago puede contaminar espacios cerrados como habitaciones o ambulancias. Estos síntomas persisten durante 3 horas después de finalizar la fumigación.

Consecuencias de la intoxicación

El fosfuro de aluminio destruye los tejidos orgánicos en sólo dos horas y es letal en concentraciones menores a un uno por ciento. el compuesto resultante de la combinación del fosfuro de aluminio con el oxígeno es tremendamente nociva para los seres vivos. La inhalación de los vapores que provienen de la hidrólisis de esta sustancia produce daños irreversibles en los pulmones. No existe ningún antídoto para este veneno; el daño que produce sobre el organismo es químico y, por tanto, irreversible.

Sistema Neurológico. Se observa fatiga, dolor de cabeza, somnolencia, mareos, parestesia y depresión del sistema nervioso central seguido de coma. Las convulsiones no son infrecuentes después de una exposición aguda. Se observa ansiedad e inquietud después de una ingestión aguda de fosfuro de aluminio.

Aparato Respiratorio. Causa tos, presión en el pecho, producción de esputo y disnea. Puede originar edema pulmonar (los síntomas no se ponen de manifiesto a menudo hasta pasadas algunas horas y se agravan por el esfuerzo físico), cianosis y síndrome de dificultad respiratoria aguda.

Sistema Gastrointestinal. Produce nauseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea.

Sistema Ocular. Causa enrojecimiento y dolor.

Medidas básicas de actuación

* Retirar a la persona de la zona contaminada y quitarle la ropa manchada o salpicada.
* En contacto con los ojos, lavar con abundante agua al menos durante 15 minutos. No olvidar de retirar las lentillas.
* En contacto con la piel, lavar con abundante agua y jabón, sin frotar.
* En caso de ingestión: NO provocar vómito, a menos que así lo indique el Centro de Toxicología o un profesional de la salud.
* Mantener al paciente en reposo y conservar la temperatura corporal.
* Controlar la respiración. Si fuera necesario, respiración artificial.
* Si la persona está inconsciente, acostarla de lado con la cabeza más baja que el resto del cuerpo y las rodillas semiflexionadas.
* Trasladar al intoxicado a un centro hospitalario, y siempre que sea posible llevar la etiqueta o el envase.

Medidas de precaución

* No comer, beber ni fumar durante la aplicación.
* Conservar el producto en el envase original, etiquetado y cerrado.
* No almacenar ni transportar conjuntamente con alimentos, medicinas ni forrajes.
* Durante la aplicación y manipuleo utilizar equipo de protección personal consistente en máscara anti-gas y guantes de PVC.
* Abrir el envase en un lugar ventilado y procurar usar todo el contenido.
* Terminada la fumigación ventilar el local 72 horas. Antes de ingresar el personal.
* Evitar que las tabletas hagan contacto con agua o con otro líquido.
* Colocar letreros de peligro en lugares prominentes, impedir la entrada a las estructuras fumigadas hasta que se termine el período de aireación.
* En caso de incendio usar extinguidores a base de polvo seco, carbonato de sodio, cal o arena, no usar agua, espuma o algún otro producto que contenga humedad.

Condiciones de empleo

* Se deben lavar las manos y las zonas de piel expuestas después de la aplicación del producto.
* Los envases vacíos deberán ser destruidos por un gestor autorizado o, en su caso, devueltos al fabricante.
* Antes de usar el producto, léase detenidamente la etiqueta y síganse las instrucciones propuestas.
* No utilizar en presencia de personas y/o animales domésticos.
* Los operarios, en número mínimo de dos, efectuarán el tratamiento de la zona.
* Se colocarán carteles avisadores de peligro en el perímetro del local tratado, evitándose el acceso de personas o animales durante ese tiempo.
* No se permitirá el acceso de personas o animales hasta que el medidor de fosfina indique valores iguales o inferiores a 0,1ppm.
* La dosificación se realizará de acuerdo con las normas internacionales en función del material a tratar, temperatura y tiempo de exposición.
* En la etiqueta se deberá indicar las precauciones oportunas a adoptar por la inflamabilidad, toxicidad y corrosividad de la fosfina que libera.
* A fin de evitar riesgos para las personas y el medio ambiente seguir las instrucciones de uso.
* Debe garantizarse que las madrigueras tratadas no tengan conexión con sótanos u otras partes de la vivienda.

El aceite de coco protege contra toxinas ambientales

Una  investigación realizada por Shahin Shadnia et al, publicada en la revista Human and Experimental Toxicology en abril 2005, reveló la efectividad del aceite de coco en neutralizar el fosfuro de aluminio.

Un estudio de caso reportó a un hombre de 28 años de edad que ingirió una cantidad letal del químico en un intento de suicidio. No hay antídoto conocido para el envenenamiento por fosfuro de aluminio. Los doctores tenían pocas esperanzas de salvarlo. Le dieron el tratamiento estándar para intoxicación aguda, así como la administración oral de aceite de coco. Para la sorpresa del personal médico, el paciente sobrevivió.

Los autores del estudio recomendaron que el aceite de coco sea agregado al protocolo de tratamiento para los casos intoxicación aguda. Utilizar el aceite de coco para ayudar a neutralizar los efectos de un veneno no es tan extraño como puede parecer. Los investigadores han sabido por más de una década sobre los efectos desintoxicantes de aceite de coco.

En el libro del Dr. Bruce Fife: Coconut Cures – Preventing and Treating Common Health Problems with Coconut, cita varios estudios donde el aceite de coco ha demostrado ser útil para neutralizar una variedad de toxinas, incluyendo la mortal aflatoxina.

La aflatoxina es un veneno muy potente que proviene de un hongo que infecta los granos, especialmente el maíz. En Asia y África, la aflatoxina es un problema grave. El maíz resulta ser el alimento mayormente contaminado con aflatoxinas. Existe una correlación entre la incidencia de cáncer de hígado causada por la aflatoxina y la cantidad de maíz consumido. Aquellas personas que comen más maíz también tienen las tasas más altas de cáncer de hígado.

El consumo de aceite de coco parece proteger el hígado del efecto cancerígeno de las aflatoxinas.




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